martes, 19 de febrero de 2013

Calabacines rellenos

Y ahora traigo un plato delicioso que parece complicado pero no lo es en absoluto. Puede parecer difícil, pero no lo es, sólo requiere de pasos diferentes y un poco de tiempo, pero es bien fácil, de verdad.

Ingredientes (para 4 personas):
  • 6 calabacines
  • 4 ó 5 dientes de ajo
  • 1 pimiento
  • 1 cebolla
  • 500 gr de carne picada
  • 400 gr de tomates troceados
  • bechamel (1/2 cebolla, 2 cucharadas de harina, leche, sal)
  • queso rallado
  • pimienta (recién molida a ser posible)
  • orégano
  • laurel
  • sal
  • aceite


Se lavan los calabacines y se cortan los extremos; se parten por la mitad y luego horizontalmente de forma que terminen convirtiéndose en "barcas".




Se vacían las "barcas" y se saca la pulpa de los calabacines con cuidado de no tocar los extremos ni la piel para que puedan servir de contenedor del relleno.







Se colocan en tandas de cuatro (al menos es lo que yo hago) en un plato y se meten en el microondas bocabajo durante 5 minutos a máxima potencia.




Por otro lado,  se pica la cebolla, el pimiento y el ajo y se echa a la sartén con aceite y se pocha todo. Cuando la cebolla empiece a estar dorada se añade la pulpa de los calabacines con sal al gusto.




Mientras tanto, las "barcas" se han ido haciendo en el microondas y a medida que vayan saliendo se colocan en una bandeja de horno. Se reservan.




Cuando la pulpa de los calabacines (junto con la cebolla, el ajo y el pimiento) esté hecha, se añaden los tomates troceados.

Se cocina todo a fuego medio-bajo durante 15 minutos, tras lo que se incorpora la carne picada, las especias, el laurel y la sal. Se sofríe todo el relleno hasta que esté hecho (unos 10 minutos).




Cuando esté listo, se retira el laurel (se deshecha) y se rellenan las "barcas" de los calabacines con la mezcla.




Aparte se prepara la bechamel (se pica 1/2 cebolla, se dora en aceite, se incorporan unas dos cucharadas de harina y sal, se mezcla bien, se va añadiendo leche hasta que tome la textura adecuada), y cuando esté lista se vierte sobre las "barcas" previamente rellenas, es decir, sobre el relleno.




Se añade en lo alto el queso rallado.




Se mete en el horno precalentado y se gratina (unos 5 ó 10 minutos [dependiendo del horno] con el calor arriba al máximo).




Y ya está. Si sobra relleno, con él se pueden preparar unos espaguetis ricos, ricos, ricos (sólo hay que hervir la pasta y mezclar, así de fácil).




Espero que os guste!!!

Pescado al horno

Sé que últimamente tengo un poco olvidado el blog, pero es que he estado (y todavía estoy) trabajando en un proyecto por Internet que espero que resulte (he puesto un enlace en la columna de la derecha, por si queréis echar un vistazo).

Esta receta se puede hacer con muchos tipos de pescado y de muchas formas. Esta es mi propuesta y yo lo suelo hacer con dorada o borriquete (un pescado de las costas andaluzas, especialmente de las gaditanas, muy parecido a la dorada y que está riquísimo).




Ingredientes (para 2 personas):
  • 4 patatas
  • 5 tomates
  • 2 doradas o borriquetes (u otro pescado parecido)
  • aceite
  • orégano
  • sal


Se cortan en rodajas las patatas y los tomates. En una bandeja de horno se echa aceite, se extiende y se colocan las rodajas de patatas. Se echa aceite, sal y orégano. Se incorporan los tomates también en rodajas en una capa encima de la de patatas y se vuelve a echar aceite, sal y orégano.

Se hornea durante 1/2 hora a 200º en el horno precalentado.



Transcurrido este tiempo, se saca la bandeja del horno y se colocan los pescados encima de todo. Se echa sal y aceite y se devuelve al horno para hacerlo todo junto a 200º durante 35-40 minutos (o hasta que los ojos de los pescados estén completamente blancos, ese es el truco para saber si está hecho).




Listo!! Sano, fácil, barato y delicioso. Espero que os resulte así!


viernes, 8 de febrero de 2013

Némesis



Por fin vengo con un libro después de tanto tiempo, y en este caso se trata de un autor que he descubierto un poco tarde (porque el buen señor ya tiene 79 años, así que decir que lo he descubierto ahora es mucho decir).

Se trata de Philip Roth, escritor estadounidense de origen judío que deja una impronta muy personal en sus escritos, tanto en lo que se refiere a sus tradiciones culturales como experiencias vitales. Autor nacido en 1933, se dice de él que explora la naturaleza del deseo sexual y la autocomprensión, aunque, desde mi humilde opinión, eso es sólo arañar la superficie.

Al menos en la obra que nos ocupa, Némesis, Roth va mucho más allá: en el fondo lo que nos cuenta es una obsesión por la autodisciplina y la autoexigencia, que no deja de ser obsesión por el autocontrol, ese que lleva a la autodestrucción (que no pase desapercibido el uso del prefijo auto): esa obsesión de la persona que ha sido educada para ser perfecta según los cánones de sus preceptores y que no puede dejar de intentar serlo bajo cualquier circunstancia. Esa exigencia personal tan estricta lleva al personaje a condenarse por algo que considera un error vital e imperdonable y por el que renuncia a su propia felicidad y desarrollo personal, en definitiva, a su propia vida.

La obra se centra en la epidemia de polio que asoló Newark (Nueva Jersey) en el verano de 1944 durante la segunda guerra mundial, a cuyas filas intentó apuntarse Cantor, el protagonista, pero para la que es rechazado por su mala visión, a pesar de tener una excelente condición física.

El personaje principal, recién llegado como profesor responsable de las actividades deportivas al aire libre de los alumnos de una escuela de verano, empieza a ver cómo esos alumnos suyos, que conoce bien y a los que tiene aprecio y considera el futuro de su comunidad, empiezan a ser las víctimas de los primeros casos graves, incluso mortales, de la polio en su barrio, que hasta entonces consideraba a salvo, lo que lo lleva a plantearse incluso la existencia de su dios, al que no consigue perdonar.

La impotencia ante las circunstancias es algo que Bucky Cantor no consigue llevar adelante, a pesar de su sentido del deber y su conciencia. Por ello, decide ir al campamento en las afueras de la ciudad donde su novia Marcia está trabajando como monitora. Desgraciadamente y desde el principio, se trata de un acto que el mismo Bucky no deja de considerar una cobardía.

Y a partir de aquí viene el desastre personal de Cantor. En gran parte llevado por él mismo hasta las última consecuencias: la renuncia a la vida que tanto anhelaba.

La prosa de Philip Roth recuerda (salvando las distancias) en cierta medida a la de John Steinbeck. Se trata de una prosa suave, sin pretensiones, ajustada a la historia y a los personajes. Es una prosa sencilla, nada recargada, como el propio protagonista, que te arrastra. Y como Steinbeck, parece superficial cuando es justo lo contrario; en realidad cuenta mucho más de los personajes de lo que parece a simple vista-lectura.

La segunda guerra mundial está en el fondo de toda la obra (al principio, de hecho, es rechazado cuando intenta alistarse y se convierte en tema recurrente en la primera mitad de la novela). La epidemia no deja de ser una guerra que, y es lo más horrible, se ceba en los niños. Es el horror que llega a una comunidad que se encuentra alejada de los frentes europeos, pero que no deja de acercarse en forma de enfermedad mortal para la que no hay cura (la vacuna no se descubre hasta finales de los '50 y no se autoriza su uso hasta 1962), lo que hace sentirse impotente al que la vive como testigo.

Y entre todo este horror está Marcia, la novia de Bucky Cantor. Es su esperanza de conseguir una vida mejor a la que nunca en realidad se atrevió a aspirar porque nunca se consideró digno de ella. Y aquí está el determinante de toda la historia, la relación del personaje consigo mismo, que conduce al castigo que él mismo se inflige con todas las consecuencias.

Némesis es un libro que puede parecer en apariencia una lectura superficial, un libro aparentemente sin mucha enjundia, pero que, sin duda alguna, no sólo está bellamente escrito, sino que lleva al lector versado e inteligente a una profundización de las debilidades autodestructivas que posiblemente se podría aplicar a muchos de nosotros.

Más que digno de tener en nuestra biblioteca.


Autor: Philip Roth
Título original: Nemesis
Editorial: Random House Mondadori, S.A. 2011
ISBN: 978-84-397-2333-2

viernes, 1 de febrero de 2013

Empanada de atún

Aquí traigo mi famosa empanada de atún, plato que me enseñó mi madre y que sale riquísimo. Los que la conocéis y la habéis probado ya sabéis lo deliciosa que está, así que aquí tenéis la receta para que podáis hacerla en casa.

Los ingredientes son:
  • 2 cebollas
  • 2 láminas de masa de hojaldre
  • 5 huevos duros
  • 7 latas de atún en aceite
  • 2 latas de pimiento morrón
  • 550 gr de tomate frito
  • 1 huevo batido
  • harina
  • aceite

Se pica la cebolla y se sofríe.



Se aparta y se deja enfriar. Se cuecen los huevos y cuando estén fríos se trocean. Se trocea también el pimiento morrón y se desmenuza el atún retirando el aceite de las latas menos de dos de ellas. Se mezcla todo en un bol, incluida la cebolla sofrita y el tomate frito (yo utilizo uno que se vende en Mercadona en bote de cristal).



Se saca la masa para la empanada una hora antes de empezar a hacerla (media hora si es verano). Se extiende la masa sobre una superficie limpia con harina con la ayuda de un rodillo.

Una vez extendida se coloca sobre la bandeja del horno previamente untada con un poco de aceite (yo echo un chorreoncito y lo reparto por toda la bandeja con papel de cocina).

Una vez colocada, se vierte el relleno y se reparte bien por toda la superficie de la masa.



Se extiende la otra lámina de masa de hojaldre de la misma manera que se hizo con la primera y se coloca encima (si se rompe, se utiliza algo de masa sobrante para tapar los rotos).



Se enrollan los bordes y se impregna de huevo batido con la ayuda de de una brocha de cocina.



Cuando se haya hecho, se introduce en el horno precalentado durante 30 minutos a 200º C.



Y ya está. Riquísimo!!!!!